De mí sé decir que después que soy caballero andante soy valiente [28], comedido, liberal, bien criado, generoso, cortés, atrevido, blando, paciente, sufridor de trabajos, de prisiones, de encantos [29]; y aunque ha tan poco que me vi encerrado en una jaula como loco, pienso, por el valor de mi brazo, favoreciéndome el cielo y no me siendo contraria la fortuna [30], en pocos días verme rey de algún reino, adonde pueda mostrar el agradecimiento y liberalidad que mi pecho encierra. Que, mía fe, señor, el pobre está inhabilitado de poder mostrar la virtud de liberalidad con ninguno, aunque en sumo grado la posea, y el agradecimiento que solo consiste en el deseo es cosa muerta, como es muerta la fe sin obras [31]. Por esto querría que la fortuna me ofreciese presto alguna ocasión donde me hiciese emperador, por mostrar mi pecho haciendo bien a mis amigos [32], especialmente a este pobre de Sancho Panza, mi escudero, que es el mejor hombre del mundo, y querría darle un condado que le tengo muchos días ha prometido, sino que temo que no ha de tener habilidad para gobernar su estado.
viernes, 16 de febrero de 2007
La liberalidad del pobre no es tal
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1 comentario:
D. Quijote mantiene que desde que se ha hecho caballero andante, es mejor persona: las cualidades que enumera son indiscutibles. Sin, embargo, para cumplir una de ellas: ser liberal (generoso), necesita ganancias. ¿Para qué y con quién quiere ser liberal? ¿Cómo ha evolucionado semánticamente este adjetivo?
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