"...no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías..."
Anita ya colgó el fragmento final de la obra, pero releyéndolo me ha parecido bien comentar esta frase, que en mi opinión resume perfectamente la intención que Cervantes tenía al escribir su magna obra.
Cervantes no se anda con rodeos para aclarar un hecho que es indudable a lo largo de toda la novela, pero a su vez, no duda en repetirlo, para si a alguien no le ha quedado del todo claro.
El escritor intenta con esta obra, ridiculizar, ironizar, hacernos aborrecer, los libros de caballerías, pues puede intuirse un cierto resentimiento del autor hacía esos libros. DQ enloquece por culpa de los libros de caballerías, y Cervantes los condena, de una forma educada y pulida, sin hacer daño a nadie, utilizando en todo momento el sarcasmo y la ironía, pero sin dejar de ser directo en cuanto a lo peligrosos que son los libros de caballerías (pues pueden hacernos cometer locuras).
Sin embargo, Cervantes salva por encima de todos a un caballero: Tirant Lo Blanc; parece ser que en realidad no todas las novelas de caballerías salieron rana... según Cervantes.
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martes, 20 de marzo de 2007
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